lunes, 31 de mayo de 2010

En el mismo centro de la contradicción

En el mismo centro de la contradicción, un pensamiento que descubrí en un amigo del messanger, título ideal para esta entrada.

Una lluvia tranquila fue el escenario perfecto, para poder expresar parte de lo que sentía dentro de mi interior

Dígame señor ¿Cómo se siente usted?
Óigame, esa es una interesante pregunta, lo he estado pensando y no logro resolverlo… esa fue mi reflexión de aquella noche luego de escuchar tan complicada noticia. ¿Dígame más, que no he podido resolver lo que le pasa? Pues nada, es un problema tan fácil y complicado de resolver….como era de suponerse tenía cierta relación con uno de los sentimientos más profundos… Es claro entonces, era de suponerse se trata de un problema del corazón.

¿Qué decir? Nada usted no puede sugerir ya que no ha pasado por esa situación, ¿Qué hacer?Pues solamente puede mostrar aquel sentimiento verdadero y profundo ¿Qué pensar? Muchas cosas…recuérdese que esa es una de sus fortalezas; el pensamiento analítico -aquel que le permite resolver problemas- ¿Pero dígame cómo puedo lidiar con esto? Amigo mío, solamente con el tiempo podrás resolverlo, recuerde lo que le dijo una vez un buen amigo suyo “La experiencia es lo que lo hará más fuerte”.

Cambiando de tema, ¿logro resolver su sentir anterior? Usted se refiere al tema del ##@|## jajajaja! no nada que ver, ni siquiera una palabra; tuve la oportunidad de decírselo pero esperé que él dijera algo...y nada. Es realmente lamentable, si pero que le vamos a hacer, supongo que anda evitándome todo el tiempo, de hecho he perdido todo el interés...cero comunicación por ratos pienso que se terminó la amistad; puff claro, bien dice el dicho "deudas cabales hacen buenas amistades".