Un momento de mucho dolor, una situación inesperada, algo que parece no cambiar o terminar.
Esta semana una buena compañera, amiga, hija y esposa falleció de manera inesperada. (Dios bendiga y dé mucha fortaleza a su familia) Todo comenzó con una llamada inesperada, después un sentimiento de incertidumbre llenó mi ser. Simplemente no lo podía creer. Habré escuchado bien me pregunté, luego esa sensación rara y fría al caer en cuenta que era cierto. Horas después durante el sepelio, inevitablemente llegó la pregunta mi cabeza... Por qué? Les comparto, días atrás he estado al pendiente de la lectura: si Dios es tan maravilloso, ¿entonces por qué?
Tratar de buscar una respuesta a esa pregunta, es como tratar de buscar una aguja en un pajar. Lamentablemente, lo común ante esta situación es decirle a los familiares: no te preocupes, todo obra para bien. Creo que esto es un error en un momento como este, el mismo autor lo indica, sino recuerdo mal.Sin embargo, no está tampoco del todo mal, es una cuestión del contexto donde se está diciendo.
Mas que un por qué, la pregunta correcta deberia de ser para quë.
Qué hacer o más bien, que decir;lo mejor es no tratar de buscar una explicación, recordemos que Dios es todo poderoso, grande en misericordia, omnisciente y omnipresente, entonces mejor pedirle va Él sabiduría para poder identificar el: para qué.
Así que te animo, cuando estés ante una situación compleja, no te desgastes en los por qué, mas bien concentrémonos en el para qué.
Dios te dé la sabiduría necesaria para poder identificarlo.
Bendiciones,